diciembre 9, 2021

El modelo de negocio de BNZ y la normativa sobre energía solar fotovoltaica en Italia

Francesc Filiberto, Jefe de Desarrollo Solar y Director General Interino de BNZ

Glennmont Partners de Nuveen, el líder europeo en gestión de fondos de energía limpia, lanzó el pasado mes de septiembre BNZ, un nuevo productor independiente de energía (IPP) con el objetivo de desarrollar, construir y gestionar proyectos de energía solar fotovoltaica en el sur de Europa. En la actualidad, BNZ cuenta con una cartera de inversiones solares europeas de más de 1,5 GW en desarrollo entre Italia, Portugal y España para el año 2024, de los cuales 350 MW están en fase de desarrollo avanzado por parte de Glennmont, con dos proyectos en el centro de Italia que ya cuentan con todos los permisos.

La energía limpia forma parte del ADN de BNZ y nuestro enfoque consiste en establecer colaboraciones con organizaciones y comunidades locales, trabajando en el cumplimiento de las normativas de los diferentes países en los que operamos para proporcionar energía limpia que podemos definir como «electricidad de proximidad». De esta manera, se beneficia tanto a los usuarios como al territorio a través de una descarbonización de la generación de energía. Uno de nuestros objetivos es tener un impacto positivo en las comunidades locales, por ejemplo, no desencadenando el cambio de uso del suelo en detrimento de la agricultura local, sino implementando prácticas agrivoltáicas a través de un modelo que contempla la producción de energía solar fotovoltaica, integrándola con las prácticas y tradiciones agrícolas locales.

Glennmont opera en el mercado italiano desde 2010, lo que nos permite observar el mercado del país con una perspectiva a largo plazo y compararlo con otros mercados. Un diferenciador clave del mercado italiano de la energía «verde» respecto a otros países cercanos es que es su proceso de conexión a la red cuenta con mayor transparencia y mejor regulación. Es un mercado en evolución que se caracteriza por una alta penetración de activos de energía limpia y ve la presencia de muchos procesos que también son implementados por otros actores.

Regulación del mercado

El marco normativo italiano tiene muchos aspectos positivos, entre ellos el proceso de autorización único, o las conferencias de servicio, que permiten a todos los organismos competentes comentar y dar indicaciones sobre proyectos concretos de forma estructurada. El procedimiento de autorización del TSO es otro punto a favor en comparación con otros países del sur de Europa. En cambio, donde vemos áreas de mejora es en la regulación de las conexiones y en la complejidad del sistema legal italiano, que debido a los recursos que suelen presentarse puede causar retrasos en la ejecución de los procesos. Sin embargo, el nuevo Gobierno ha iniciado un proceso de simplificación que se espera que dé resultados en un par de años. Por otro lado, a nivel local, algunas regiones pueden aprovechar oportunidades antes que otras, ya que el grado de aceptación de las plantas de energía renovable en las distintas regiones y municipios es diferente.

Otro factor diferencial significativo del mercado italiano es el hecho de que la voz de la población se tiene en cuenta en el proceso de autorización única y representa una de las opiniones al respecto. Esto es algo que no ocurre en todos los países, por ejemplo, en Portugal, donde el alcalde tiene el poder de autorizar o denegar un proyecto. El contexto italiano permite que se den las condiciones para crear comunidades locales de energía que engloben a varias administraciones locales de un territorio y esto nos permite contribuir antes con las economías locales, negociando las autorizaciones y ejecutando los proyectos con más agilidad siempre que es posible.

El objetivo de BNZ es crear eficiencia en el sistema eléctrico con buenas y estables conexiones de red, generando así una estabilidad de la red que se pretende conseguir cumpliendo con las normas del código de la Red Nacional. Partimos de un punto excelente y estamos creando proactivamente sinergias con todos los socios críticos del proyecto y de la regulación; en el futuro habrá muchos proyectos nuevos con diferentes actores en el mercado y estamos seguros de que la forma más eficiente de implementar nuevos proyectos es colaborar para optimizar estas iniciativas.

Normalmente, cuando en BNZ ponemos en marcha un proyecto, nos comprometemos a coordinar las actividades relacionadas con él, lo que implica colaborar en las conexiones a la red, seleccionar los equipos que implementarán las subestaciones eléctricas e identificar los territorios en los que establecer las conexiones, entre otros asuntos. De este modo, tratamos de optimizar la planta principal de producción de energía solar fotovoltaica, haciendo que las subestaciones sean más eficientes. BNZ crea acuerdos con varias partes para que las subestaciones alcancen la máxima conectividad en el territorio nacional y vemos en esta forma de trabajar la dirección futura del desarrollo de la energía solar fotovoltaica en Italia.

En referencia a la eficiencia, a menudo se habla de encontrar el equilibrio entre la mayor eficiencia de una gran planta de producción y la simplicidad de crear un mayor número de plantas más pequeñas. Una forma de abordar la cuestión es encontrar un sistema de conexiones entre plantas que permita mantener la eficiencia sin tener que invertir en grandes plantas, que afectan significativamente a la zona.

En Italia la normativa es cada vez más sofisticada en este sentido; en el desarrollo de una estrategia a largo plazo, el impacto del proyecto es clave, y las regiones y las administraciones locales están ahora instruidas en cómo desarrollar un sistema eléctrico distribuido capaz de promover varios proyectos más pequeños y superar las limitaciones normativas asociadas a una gran central.

Proyectos atractivos

Una vez terminada la fase de desarrollo, la planta debe estar en funcionamiento y hay que considerar varias opciones para que sea atractiva. En BNZ consideramos que el mercado actual de los contratos de compra de energía (PPA) está evolucionando rápidamente. El mercado italiano es cada vez más sofisticado y se está acercando a los niveles de mercados avanzados como el de Alemania, Reino Unido y España. Una opción a considerar puede ser, por tanto, la de las plantas de generación fotovoltaica híbrida, asociadas a soluciones de almacenamiento. Según nuestra experiencia en el mercado italiano, los operadores que tienen proyectos en marcha que incluyen almacenamiento pueden reforzar su posición a la hora de negociar contratos PPA. En el mercado actual, un contrato que incluya múltiples servicios o la capacidad de intervenir en el mercado es, desde el punto de vista del fabricante, ideal.

En cuanto a BNZ, nuestro objetivo inicial es empezar a construir plantas fotovoltaicas integradas con almacenamiento en baterías, para posteriormente combinarlas con energía eólica.  Una de las ventajas de la energía solar es que la ventana de tiempo en la que genera es conocida, predecible y cambiable con la ayuda del almacenamiento. La energía solar no produce fuera de las horas de luz solar, mientras que el recurso de la energía eólica puede estar disponible las 24 horas del día dependiendo de la ubicación. Esto da lugar a un reparto complementario de la integración en la red entre la energía solar y la eólica, tanto a diario como en función de las estaciones. Esta integración aún no se ha producido en Italia, pero este es sin duda un buen momento para empezar a considerarla.

En la actualidad existen muchos proyectos en desarrollo que se encuentran algo estancados en el proceso de regulación. Sin embargo, hay proyectos que se interconectarán en los próximos 5 años. También se debe tener en cuenta la estrategia de la UE sobre el cambio climático y el paquete legislativo «Fit to 55», que exige una agenda europea de descarbonización que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030. En este momento, el 75% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE procede del sector energético, generando sólo el 19,7% (en 2019) del total de la energía a partir de fuentes renovables. En este sentido, celebramos el último objetivo actualizado del 40% para 2030, 8 puntos más que el primer objetivo. En este escenario, el papel de empresas como BNZ es clave: hay múltiples licitaciones de capacidad y serán esenciales para entender qué camino tomará Italia en su camino hacia un cambio verde.

Si un sistema tiene capacidad de almacenamiento, el suministro de energía puede regularse alineándose mejor con la demanda energética. Al almacenarla, es posible aprovechar mejor la energía producida entregándola cuando más se necesita sin desperdiciarla. Por esta razón, creemos que las autoridades no deberían centrarse únicamente en las licitaciones de capacidad, sino también en apoyar a los actores del sector de las centrales para darles la posibilidad de implementar nuevas tecnologías de almacenamiento.

En definitiva, estamos viviendo un momento de drástica transformación en el mercado eléctrico italiano que ofrece importantes oportunidades a aquellos operadores que estén dispuestos a invertir en tecnologías innovadoras y a colaborar con las instituciones, las autoridades locales y los socios del mercado para poner en marcha proyectos capaces de crear eficiencia en la producción de energía limpia en beneficio del mercado, los usuarios y las comunidades en las que trabajamos. El objetivo clave de descarbonizar nuestra economía y nuestra producción de energía es el catalizador de esta drástica transformación del mix eléctrico, algo que da gran importancia a las energías renovables y ofrece una gran oportunidad a los productores.

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